viernes, 15 de octubre de 2010

El Peor Cine de México por Sergio Zurita

La última vez que fui a Cinépolis Perisur, un empleado de intendencia estaba trapeando el piso. Yo venía caminando por el pasillo donde está la mayoría de las salas, así que no podía ver al empleado, y como no había letrero de “precaución: piso mojado”, casi me parto la madre.
Entonces tomé un bote de basura, lo puse sobre el charco donde me resbalé para evitar que a alguien más le pasara lo mismo, y le dije al empleado que pusiera un letrero.  Se me quedó viendo como si le hubiera hablado en búlgaro.
La antepenúltima vez que estuve en Cinépolis Perisur, supe que la película ya se iba a terminar porque una señora de intendencia empezó a barrer la alfombra que había entre mi asiento (estaba en primera fila) y la pantalla. Total, ¿quién quiere presenciar el clímax de la pinche película que pagó por ver?
Por supuesto que no le reclamé a la señora de la limpieza. Busqué al gerente, le dije que no quería que nadie perdiera su trabajo, simplemente le pedí que le diera indicaciones a su personal para no importunar a los asistentes. Me dijo que sí, que cómo no. La siguiente vez que fui -la penúltima-  pasó lo mismo. Además, a media película tuve que ir a callar a unos empleados que estaban escuchando techno a todo volumen en una oficina ubicada debajo de la butaquería.
No sé cuántas veces he tenido que salir a reclamar que el audio está mal ecualizado, o que la película está fuera de foco o mal encuadrada, pero los empleados de Cinépolis Perisur siguen corriendo las películas sin verificar estos detalles (cuando la película está empezando, siempre hacen como que revisan, mientras un ruido infecto sale de sus walkie talkies.)
No sé cuántas veces he tenido que escuchar ruidos que salen de la cabina de proyección por no estar bien cerrada, ni cuántas veces he salido de la sala a pedirle al empleado que está en la puerta -el mismo que minutos antes cortó los boletos he hizo como que revisaba la calidad del sonido y la imagen- que al menos cierre la puerta para seguir platicando con los otros empleados.
Acostumbro (acostumbraba) ir en la noche, después de las diez. Cinépolis Perisur está dentro de un mall llamado Centro Comercial Perisur, en el primer piso. Para llegar al cine desde la planta baja del mall hay que subir unas escaleras bastante altas. Están las eléctricas, pero a las diez en punto las apagan -sólo las que son para subir; las que bajan siguen funcionando. Hay un elevador, pero a esas horas el paso hacia él está bloqueado con las bancas del mall.  Como quien dice, si llega un discapacitado, una persona mayor o alguien lastimado, simplemente se jodió.
Una vez llegué con el tiempo encima. Subí las escaleras corriendo, y al llegar al primer piso vi que las escaleras eléctricas (otras) que van del área de comida rápida al cine, también estaban apagadas. Las subí sólo para darme cuenta de que el acceso al cine estaba bloqueado por dos botes de basura azules. Eran las 10:40 de la noche y mi función era a las 10:40 de la noche, así que moví uno de los botes para pasar. Un empleado de seguridad llegó y me dijo: “Ya no hay funciones. Está cerrado”. “Voy a una de las salas VIP, mi función empieza en este momento”. “Ah”, me dijo, “es que Cinépolis VIP es independiente de nosotros. Tiene que entrar por el otro lado”.
No le hice caso y corrí hasta Cinépolis “VIP”, donde los primeros quince minutos de película hay que oír a los meseros “murmurando” cifras, pasando frente a uno en actitud de no te reclines en el asiento reclinable, que estoy pasando, pendejo y a los asistentes ordenando sushi con sabor a engrudo.
¿Cómo puede alguien pensar que Cinépolis Perisur y Cinépolis Perisur VIP tienen algo que ver entre sí? Se necesita ser muy ingenuo, de veras. ¿Cómo saber que hay otro estacionamiento, techado y toda la cosa, donde no hay que subir escaleras ni aguantar al personal de seguridad del cine normal? ¡Pero si todos los empleados lo saben, caramba! Ah, pero los pinches clientes, esos no saben nada. Y obvio, son menos importantes que los empleados, que vienen a ganarse el pan, mientras ellos -huevones- sólo vienen a divertirse.
Una vez, en una taquería, la única mesa ocupada era en la que yo estaba. La televisión estaba sintonizada en Ritmosón a todo volumen. Mis amigos y yo queríamos platicar. Le pedí al mesero que le bajara al volumen y me dijo que no, porque la estaban oyendo los taqueros. No, pues sí.
Hoy me di cuenta de que hace un mes que no voy al cine. No me dan ganas de ir. A mí no me dan ganas de ir. A mí, que todavía hace un año iba por lo menos cuatro veces a la semana. Eso se acabó. Quisiera decir que no volveré jamás, pero como uno de mis trabajos es la crítica cinematográfica, tendré que volver cuando la película que deba reseñar (para informar a mis radioescuchas) no pueda comprarse original, bajarse por internet o adquirirse en un puesto callejero por diez pesos.
Así es: prefiero la piratería que volver a Cinépolis Perisur. ¿Las peliculas piratas se ven mal? Señores de Cinépolis, en sus pinches cines se ven peor. Un taxista me dijo que cuando él, su novia y los hijos de ambos (dos de cada quién) van al cine, él se gasta cerca de mil pesos. ¡Mil pesos! Bueno, pues el servicio que ustedes le ofrecen no vale eso ni por asomo.
Y lo mismo va para Cinemex (el de Cuicuilco es un estercolero) Cinemark (señores, las alfombras sí se pudren) Lumiére (la tortícolis y el olor a patas son gratis) y todas, TODAS las salas comerciales del país. Hace apenas 15 años, ustedes echaron al STIC (Sindicato de Trabajadores de Ia Industria Cinematográfica)  fuera de las salas. Ese sindicato era como el SME de los cines: palomitas rancias, refrescos rebajados, baños infectos, ratas y cucarachas en las salas e intermedio a huevo, para obligar al público a consumir.
Ahora, sólo década y media después, USTEDES son el STIC Reloaded. Nunca lo aceptarán. Su soberbia se los impide. Pero así es como quiebran las empresas: descuidando a sus clientes. Es el principio del fin para ustedes. Que les aproveche. Disfruten la película. Pásenla una y otra vez aunque en la sala no haya nadie.

Mis respetos para mi Diox Sergio Zurita, esto lo publico en su pagina sergiozurita.com entren!!

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